Ya en el 933 recupera de los moros las plazas de S. Esteban de Gormaz y Osma y libera de estos la posición defensiva de Madrid (Magerit)
El Conde castellano con todos sus varones
Combatían las torres a guisa de infanzones;
De dardos e de lanzas peleaban los peones,
Facían a Dios servicio de puros corazones.
(estrofa 194, Cap XII / Las guerras contra los moros)
En el 939 combate en la Batalla de Simancas contra el Califa de Córdoba Abd al-Rhaman III, portando en el arzón de su silla de montar, la pequeña imagen de la "Virgen de las Batallas", preciosa talla románica con esmaltes de Limoges, que se conserva en el Museo de Burgos, en otros documentos se describe el crucifijo de plata que según consta pertenecía al conde, ...cada pie está clavado con su clavo, y debajo de los pies está Adán como que se levanta de la sepultura. Tendrá esta cruz de largo casi dos varas, y abajo, por donde se toma, una punta aguda y una aldaba, con que el alférez la trababa en el arzón de la silla.... .
Otro día mañana mandó mover sus gentes;
Por cada cristiano había mil descreyentes;
Los del Conde eran pocos, mas buenos combatientes,
Todos eran iguales, de un corazón ardientes.
(estrofa 252, Cap XIII / Carazo)
Compañas de León, caballeros de prestar,
Salieron con el Conde, queriendo aguardar;
Non quísolo el buen Conde, e mandólos tornar;
Hobieron los leoneses desto fuerte pesar.
(estrofa 703, Cap XXVIII, moros de Cordoba)
El Califa había avanzado con su ejercito hasta el limite del Duero en una acción ofensiva a la que habían puesto un pomposo nombre que se puede traducir como: "La batalla por el poder supremo", que nos recuerda las operaciones norteamericanas actuales. En los preliminares de la contienda, el día 19 de Julio, ocurrió un eclipse total de sol, lo que significó un mal augurio para los muslimes, por otra parte, los generales moros estaban descontentos pues el califa había nombrado jefe de la contienda a su esclavo Nadja, en estas circunstancias se entabla batalla el 6 de Agosto, consiguiéndose, tras varios días de enfrentamientos, una notable victoria de las tropas cristianas, que hicieron huir despavorido al superior ejercito califal. La repercusión de esta victoria fue decisiva, siendo celebrada, incluso, en las cortes europeas que también se veían amenazadas por el avance del califato de Córdoba.
Caballeros e peones firmemiente lidiaban,
Todos cuantos podían a su señor guardaban;
Cuando decía: Castilla, todos con él esforzaban;
Los moros en todo esto las espaldas tornaban.
(estrofa 260, Cap XIII / Carazo)
En el 940 dirige la recuperación y repoblación de la ciudad de Sepulveda, llevando sus dominios hasta Somosierra. Estas victorias consolidan a nuestro "Buen Conde" como líder indiscutible de los castellanos que confían en él, acudiendo a sus campañas o aportando gran parte de sus escasas propiedades y dineros quien no podía guerrear, así poco a poco, van consolidando y ampliando un dilatado territorio, compuesto ya por las actuales provincias de Burgos y Vizcaya y grandes comarcas de Alava, Guipúzcoa, Santander, Palencia, Logroño y Soria, englobadas todas bajo la denominación de Condado de Castilla.
El rey D. García de Navarra, intentó expandir sus dominios sobre la zona norte de La Rioja, esta invasión de sus territorios fue inmediatamente repelida por Fernán González, entablando batalla a orillas del Ebro, consiguiendo una importante victoria sobre las tropas navarras comandadas por el propio rey y el Conde de Tolosa, que estaba emparentado con la casa real navarra, un hijo de este Conde de Tolosa, llamado Raimundo, era hermano de Dª. Ava, la esposa de García Fernández, hijo y sucesor de nuestro "Buen Conde" y que tal vez inició la casa de los González de Andía, noble familia tolosana que aún tiene a orgullo descender de Fernán González.
Nunca nos a los navarros mal non les meresciemos,
Nin tuerto nin soberbia nos nunca les faciemos;
Muchos fueron los tuertos que dellos rescibiemos;
Para se lo demandar nunca sazón tuviemos.
(estrofa 296, Cap XIV /Guerra contra Navarra)
Este engrandecimiento territorial y político, enfrenta a Fernán González con Ramiro II de León, quien celoso de su poderío le encarcela en el 944. Recuperada la libertad, ya se muestra en clara rebeldía contra el reino leonés. A la muerte de Ramiro II, ocurrida en el 951,queda su reino sumido en luchas intestinas sucesorias en las que participa Fernán González con notable éxito, interviniendo en la crisis dinástica como arbitro.
En este mismo año de 951 se logra la anhelada independencia de todo el ya vasto Condado de Castilla, que no fue obra de un solo día ni de una sola batalla sino fruto de la constante intención de los castellanos en recuperar sus perdidos territorios en torno a la figura prestigiosa de Fernán González. Tanto el rey de León, como el de Navarra o los propios reyes moros no dudan en reconocer esta independencia, tenazmente conseguida, y tratan al Conde de Castilla como de soberano a soberano.
Pero esta independencia de Castilla; como es lógico, no es obra tan solo de Fernán González, si no que es todo el pueblo castellano anónimo quien la consigue, no obstante hay otros nombres que han pasado a la historia y que no debemos olvidar, así aparecen unidos a esta epopeya:
Gómez Díaz, alférez del ejercito condal al que se cita en un documento del 932 y que tal vez fuese hijo del anterior Conde de Castilla D. Rodrigo.
Gustio González, el padre de Gonzalo Gustios, el padre a su vez de los Siete Infantes de Lara, dentro de esta familia también aparecen: Nuño, Bermudo y Alvar Gustios.
De Vela o Velasco González se sabe, documentalmente, que era señor de Vallegimeno.
Nuño Laínez, puede ser el Laínez que aparece en el Cartulario del Arlanza.
De Vigila Díaz y Vigila Rebéllez aparecen vestigios históricos en los Cartularios de Covarrubias y Silos.
Unidos a estos personajes también aparecen el alférez Orbita, Lope el Vicaíno y Rui de Cabia de los que no se sabe mucho más.
Rui Cabia e Nuño, de los de alfoz de Lara,
Venían ahi los serranos, gentes quél poblara
En una sierra fuerte quél del moro ganara;
Venían ahi los Velascos, que ese día armara.
(estrofa 462, Cap XX / Batalla)
Este hecho histórico de la Independencia de Castilla, entusiasma la imaginación de los juglares que crean la leyenda del "Caballo y el azor", tal vez destinada a exaltar las virtudes políticas del "Buen Conde", pero que, en absoluto, nada tiene que ver con el hecho histórico de la independencia.
Tanto en el Cartulario de S. Pedro de Arlanza, como en el Becerro Gótico de Cardeña, se pueden hallar citas exactas sobre el modo democrático del gobierno de Fernán González, que prácticamente no tomaba ninguna decisión importante sin haber consultado previamente al pueblo.
Fabló con sus vasallos en qué acordarían,
Que quería oír a todos qué consejo le darían,
Si querían ir a ellos o los atenderían,
o cuál sería la cosa que por mejor ternían.
(estrofa 202, Cap XII )
El 11 de Marzo del 969, firma un ultimo documento como "Conde Soberano de Castilla por la Gracia de Dios", poco después, en el 970, muere, legando a su hijo García I Fernández, "El de las manos blancas", su ya consolidado Condado Independiente de Castilla, que andando el tiempo se convertiría en un reino que fue capaz de asombrar al mundo y sus generaciones. El "Buen Conde" fue enterrado junto a su esposa Dª Sancha en el Monasterio de Arlanza, donde reposaron sus restos durante siglos, siendo trasladados después al presbiterio de la Colegiata de Covarrubias, donde aún permanecen cobijados por el Pendón de Castilla.
¿Cómo se nos hobiera todo esto de olvidar?
Lo que ellos hobieron a nos todos es de heredar;
Veniendo a nos en miente non podremos errar;
Puede nos todo aquesto de mal fecho tirar.
(estrofa 221, Cap XI / Fernán González)
Quiso Dios al buen Conde esta gracia facer,
Que moros nin cristianos non le podían vencer.
(estrofa 740, Final)
Yagüe Garcés de Lara (En esta ocasión, el cronista toma el albedríode firmar con su "cognomen" tercero.)
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